El Palacio Guillermo Rivera sigue teniendo vida desde su construcción hasta el día de hoy, pero la mayoría de sus locatarios no se preocupan de ver cuál fue la historia de este lugar y de quienes vivieron ahí en el pasado, para así entender la importancia cultural que tiene este Palacio. Esta ubicado en la V región de Valparaíso, en calle Serrano. Es uno de los tantos edificios de la opulencia porteña de a principios del siglo XX. El cual hoy en día es utilizado su primer y segundo piso como oficinas y departamentos, contando con cuatro de estos último para arrendar.
Con un gran pasado, algunos de sus arrendatarios no saben la historia que se encuentra tras las paredes del Palacio Rivera. “Arrende en este lugar, por el precio y la cercanía que tengo con el puerto, trabajo ahí y me es muy cómodo estar a un par de cuadras, no sabía la historia de este palacio, solo me imaginaba lo antiguo que es”. Expresó uno de los arrendatarios, José Ibacache.
Guillermo Rivera Cotapos 1868-1928
Este lugar se ha ido adecuando al pasar del tiempo, ya que desde que su dueño Don Guillermo Rivera Cotapos falleció en 1928, el palacio ha pasado por varios dueños y utilidades, desde el 1998 recién comenzó a ser hogar para aquellos quienes quisieran arrendar, ya que años antes al recién mencionado, se utilizaba este palacio con fines comerciales, en donde en cada salón o habitación, habían sastres, venta de telas, especias, entre otros.
Comenzó a construirse en 1870 y terminó su construcción en 1908. Es considerado uno de los edificios de mayor valor patrimonial. Antes de que el palacio fuera construido, en ese lugar se ubicaba la antigua vivienda del siglo XIX de la familia Subercaseaux. En 1875 fue la residencia de Guillermo Rivera Cotapos, hombre de negocios, Senador y amante de las artes. Quién contrato a los mismos arquitectos que habían construido este edificio, para que lo restauraran con algunas inspiraciones en el arte veneciano, ellos eran dos jóvenes italianos Renato Schiavon y Arnaldo Barison.
Don Guillermo Rivera, fue un hombre destacado en Valparaíso, ya que además de ser abogado, fue senador y un hombre de negocios el cual se preocupó siempre de que su ciudad estuviera en las mejores condiciones, y por eso mismo adquirió este palacio para restaurarlo y que no se perdiera en el pasar del tiempo.
El palacio Rivera es un superviviente de Valparaíso. Su fachada veneciana es la principal muestra de la corriente historicista en Latinoamérica, y sus apoteósicos interiores mezclan la elegancia de la decoración neoclásica junto con las primeras expresiones del movimiento Liberty en Chile. Además de su elegancia, lo primero que llama la atención son las escalinatas de ónix verde, pisos de mármol al entrar, madera tallada,vitrales que dejan entrar la luz natural y le dan ese toque de épocas del pasado.
A pesar de que hoy su fachada no ha cambiado tanto, su interior si ha tenido remodelaciones, lo cual hace que este patrimonio cultural vaya perdiendo su magia y valor.
En el futuro quizás con que sorpresa nos encontraremos al ir a este valioso Palacio Rivera.
Reportajes sobre Palacio Rivera:
Lugares que hablan reportaje canal 13, en el minuto 26:49, muestran el Palacio Rivera.
resultados a sus consumidores, sin dejar de lado el tema de los precios al cual se enfrentaban. Pero fue Ogilvy quien los llevo por el camino para que se centraran en la ventaja diferencial de su producto: el jabón Dove tiene una cuarta parte de crema hidratante. Con esto ya tendrían un plus al lanzarse al mercado de los jabones. Ogilvy quiso ver más allá de lo visible y se enfocó en la fórmula química del producto y, cuando se la mostraron, el componente que le llamó especial atención fue el ácido esteárico, el ingrediente estrella de la crema hidratante.
El tema que tuvo más polémica fue Millantú, este es un paseo que se realiza todos los años para alumnos de la Universidad Mayor, con el fin de que compartir con alumnos de otras carreras o los que vienen llegando recién a la vida universitaria. El problema relacionado a
ormación dual francesa, es decir desde el operario hasta el ingeniero. En el cual se refirió a como incentivan en Francia a los jóvenes a estudiar no solamente carreras profesionales, si no también demostrar que pueden ser operarios “los cuales hacen falta en muchas ocasiones” señaló Henri, ejemplo de ello son la falta de operarios en las empresas. Estos mismos en Chile ganan muy poco, por eso varios optan por estudiar carreras profesionales antes de ser un operario.
Diario Umayor.
Francisca Contador 